En la orilla del mar

Estoy en la orilla del mar
mirando la mar

inmensa,
demasiado inmensa para mis 4 años.

Llegan las olas, llegan cada vez más cerca de mi

-¡mamá!

olas y olas
me tumban, se llevan el cubo y no puedo buscarlo, me da miedo caerme
-mamáaaaaaaa

qué mal, no viene nadie

-mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-¡no chilles!!!!!
maaaaaaaaaaamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, el cubooooooooooooooooooooooooooo

mamáaaaaaaaaaaa ayúdame, mamáaaaaaa
-búscalo tú, siempre lo pierdes todo, ¿que te has creído, que tienes sirvientes?

lo intento, lo intento, me da miedo pero no quiero que se enfade.

La ola es muy grande y me arrastra por la gravilla,

me sangran las rodillas,
duele, duele mucho
-mamáaa,
salgo corriendo, la ola no me ha pillado, estoy a salvo, cerca de ella, qué alegría verla
-mamá!
-a esta chica hay que hacérselo todo y encima llora

-no seas boba, lloras por cualquier cosa
-el cubooooo, el cuboooooooooo,

-si lo dejas allí, ¡qué quieres que pase! Las olas se llevan las cosas,
no creas que te voy a comprar un cubo cada semana, ¡faltaría más! Si cuidaras tus cosas, eso no pasaría
blablablablablablabla
ya no te oí, mamá, solo oí el blablablablabla
cada vez que me regañabas me era dificil distinguir tus palabras, solo oía tu blablablablablabla.

Las costras encerraron el dolor y la soledad,
hoy 40 años despúes sentada en la orilla del mar lloro por aquellas rodillas raspadas que nadie me ha besado,
por aquel miedo que fue ignorado,
por aquel cubo que era más valioso que yo,

sueño con estar de nuevo en la orilla del mar
y mirar las personas y las olas

sin miedo.

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